¡No tiene por qué! El secreto para aprender idiomas rápido (y que se te haga ameno) es bastante sencillo: no te agobies con las minucias, aprende lo que te interesa y empápate del idioma.
Muchos métodos de aprendizaje tradicionales se empeñan en enseñarte vocabulario irrelevante y empollar la gramática. Tardarías semanas en aprender lo que te interesa y lo que te sirve en el día a día. Si te gusta viajar, ¿por qué no aprendes palabras y frases sobre viajar? ¿O sobre comida? Aprende a hablar de lo que te apasiona en otro idioma y no perderás la motivación, te resultará más fácil y entretenido, y te dará más contexto para el idioma.
¿Por dónde empiezo a aprender idiomas?
Aprender idiomas puede dar un poco de vértigo, pero no te preocupes. La mejor forma de aprender un nuevo idioma es hacerlo con algo que te apasione. Si te gusta viajar, aprender vocabulario sobre viajar. Hay muchos recursos por ahí para dar los primeros pasos, desde cursos en línea hasta aplicaciones como Memrise. Una vez hayas dominado lo básico, sigue rodeándote del idioma con libros, películas y música. Con un poquito de esfuerzo hablarás como alguien nativo en un pispás.
¿Se puede aprender idiomas en una aplicación?
¡Claro que sí! Se aprende mejor con una aplicación que con un libro de texto por varios motivos:
Aprende en el móvil donde y cuando quieras. Es muy cómodo, sobre todo si tienes la agenda apretada o usas mucho el transporte público.
El algoritmo sabe qué nivel tienes y encuentra el equilibrio perfecto. Así te aseguras de que vas avanzando en vez de repetir las mismas lecciones una y otra vez.
Las aplicaciones como Memrise tienen vídeos de hablantes nativos para que escuches la pronunciación de verdad. Es una forma de hacer oído y acostumbrarte al idioma.
Memrise también te permite personalizar el aprendizaje. Elige el vocabulario que más te interesa aprender y empieza por ahí. Que no te obliguen a aprender a contar hasta 1000 antes de llegar a lo que realmente te apetece.